¡Si amas a tu perro, edúcalo!
¿Sabías que la nariz de un perro no solo es importante para detectar olores agradables, sino para todo su funcionamiento? ¡Es cierto! El cerebro de un perro está literalmente construido alrededor de la información que recibe del olfato. Y como el olfato está tan estrechamente relacionado con las emociones, es posible que la experiencia emocional de un perro sea aún mayor de lo que pensábamos.
¿Alguna vez has olido un aroma que te llevó directamente a un recuerdo específico? Puede hacerte sentir feliz, triste, enojado o melancólico. La nariz de un perro está directamente conectada con el centro emocional de su cerebro, la amígdala. Esto significa que el olfato puede evocar emociones y recuerdos directamente en un perro, sin tener que eludir el cerebro.
Luego, la amígdala da evaluaciones emocionales a otras estructuras que recopilan recuerdos y los transmiten a la corteza. Esto libera hormonas emocionalmente apropiadas en el cuerpo del perro, lo que también puede influir en su estado de ánimo. Dado que el olfato es tan importante para un perro y ocupa una gran parte de su cerebro, no es de extrañar que los perros puedan ser impulsados por sus emociones.
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